Hoy sábado, 29 de enero, hemos celebrado en Nerva, el segundo acto de las jornadas de hermanamiento que ambos clubes han programado para las categorías benjamín y alevín. Aunque los resultados no nos han acompañado, todos hoy, nos sentimos felices y orgullosos por haber podido aportar nuestro granito de arena para que el balonmano nervense vuelva a resurgir. Después de bastantes años de ausencia, el balonmano regresa a esta localidad. Esperemos que estas jornadas hayan servido para volver a despertar la ilusión por este bonito deporte. En cuanto a la actuación de los nuestros/as, destacar el gran trabajo realizado, no dando ningún balón por perdido ni rehuyendo a la lucha individual. Días tras días, se observa los progresos de estos jugadores/as que están disputando los primeros encuentros de su vida deportiva. Hay que seguir mejorando y sobre todo, disfrutando cada día en los entrenamientos. Ese es el camino. ¡Vamos equipos, sigamos soñando!